“…La evaluación forma parte del proceso de intervención porque permite observar la evolución y controlar su efectividad (Ruiz-Paredes, 2011). En la literatura observamos que las pruebas de lenguaje destinadas a oyentes han tenido que adaptarse a la población con déficit auditivo, y se han utilizado sobre todo, más que para un diagnóstico formal del lenguaje, para valorar la evolución de una adaptación protésica y, especialmente, de un implante coclear (Manrique-Rodríguez y Huarte-Irujo, 2013;Manrique et al, 2004;Svirsky, 2002), pues el interés inicial era conocer el efecto que la innovadora tecnología producía en el desarrollo del lenguaje (Lederberg, Schick y Spencer, 2012).…”