“…La primera es la "coalicional", o el poder "de interacción", que emerge cuando los trabajadores son apoyados por otros grupos de trabajadores, pero también cuando establecen alianzas con movimientos sociales, con partidos y líderes políticos, e incluso con sus propios empleadores u organismos estatales. Al respecto, se ha destacado la importancia de estas alianzas para el fortalecimiento del poder asociativo (Fox-Hodness y Santibañez, 2020), y también para el éxito de las huelgas en la consecución de demandas por bienestar social, en contexto democráticos latinoamericanos (Kim et al, 2020). La segunda subdimensión es la "discursiva o comunicacional", que corresponde a la legitimidad que logran obtener los sindicatos frente a la opinión pública, para lo cual necesitan ofrecer patrones de interpretación o "marcos" creíbles y soluciones a los problemas.…”