Este trabajo presenta un estado de la cuestión de dos perspectivas de análisis para el estudio de los castillos medievales desarrolladas en Europa durante las últimas décadas. En primer lugar, se exponen algunas de las reflexiones con las que han contribuido los estudios que conciben los espacios fortificados como símbolos de poder, desarrollados fundamentalmente por las escuelas británica y francesa. Seguidamente, se hace un sintético balance de la investigación que, aprovechando el concepto de incastellamento, ha centrado su interés en las funciones sociales y económicas vinculadas a los asentamientos fortificados y a su dominio sobre el territorio. Ambas corrientes se ponen en relación con el bagaje de los estudios sobre los castillos del noroeste de la península ibérica, donde su aplicación ha llegado de forma desigual e intermitente.