“…Unas lesiones afectan cabeza y cuero cabelludo, como el caput succedaneum, el cefalohematoma, las fracturas craneales y faciales y las lesiones oculares, nasales y del esternocleidomastoideo (8,9,12). Otras afectan el sistema nervioso, como la parálisis frénica, facial periférica y del plexo braquial (9,13,14), las parálisis del nervio radial, del nervio laríngeo y del pie (8,10,12) y la lesión de la médula espinal (15). Otros grupos lo constituyen las lesiones óseas (fracturas de clavícula, húmero, fémur y columna) (8,9,10,12), las lesiones intraabdominales (9,12), las lesiones de tejidos blandos (petequias, equimosis, cortes por bisturí y necrosis grasa subcutánea) (12) y las lesiones de genitales externos, como el hematoma traumático del escroto o de la vulva (10).…”