“…Concretamente, se confirma la relevancia de conocer qué se está haciendo desde los recursos de atención con los jóvenes migrantes no acompañados/as para su preparación en aspectos como la educación, la formación ocupacional o la inserción laboral, a la que se puede llegar por varios caminos, por ejemplo, las prácticas profesionales que se desarrollan desde los 16 años y pueden proporcionar experiencias diversas en el mundo del trabajo (Arnau-Sabatés y Giligan, 2015; Kenny y Loughry, 2018). Asimismo, es importante reconocer las limitaciones que experimentan al cumplir la mayoría de edad, que pueden abocar a una situación de calle, con distintos grados de exclusión social (Radjack et al, 2021).…”