“…En países occidentales la frecuencia de los TCA ha aumentado considerablemente en las últimas décadas (Maganto, 2011;Morandé, 2015), y constituyen la tercera enfermedad crónica más común en la adolescencia y primera juventud (González, Kohn y Clarke, 2007;Peláez, Labrador y Raich, 2004;Yeo y Hughes, 2011), momento evolutivo en que la influencia de los iguales tiene una fuerte relación con el desarrollo de insatisfacción corporal y conductas alimentarias anómalas (Amaya-Hernández, Alvarez-Rayón, Ortega-Luyando y Mancilla-Díaz, 2017). Ante esta realidad, el colectivo de estudiantes universitarios constituye una población de alto riesgo, entre otros aspectos, por las características propias del ciclo vital en el que se encuentran y por las demandas de la vida universitaria (González-Carrascosa, García-Segovia y Martínez-Monzo, 2013;Martínez-Martín y Bilbao-León, 2015;Sepúlveda, Gandarillas y Carrobles, 2004).…”