ResumenEl objetivo del presente artículo es mostrar una serie de alteraciones peneanas que, aunque frecuentes en la consulta de medicina sexual, son minimizadas, la mayoría de las veces por desconocimiento de los terapeutas, aunque para los pacientes que las padecen sean genuinas tragedias personales. Hemos revisado la literatura disponible sobre un grupo de seis patologías venosas especificas del pene que configuran el grupo más representativo. Se incluyen las frecuentes e indolentes venas superficiales tortuosas, los cirsoceles o flebectasias, las fugas venosas dorsales, que suelen ser una patología congénita, las deformantes malformaciones venosas del glande, la desconcertante y enigmática enfermedad de Mondor, y las fístulas arteriovenosas, con su riesgo de priapismo de alto flujo implícito. Todas se consideran alteraciones patológicas que requieren intervenciones menores en su tratamiento, excepto ciertos casos de fugas venosas y de fístulas, cuyo manejo es invasivo, y que, en conjunto, buscan una mejor comprensión de los hallazgos cotidianos en este órgano.