El presente artículo analiza la dimensión política de la educación de adultos bajo el prisma de tres autores: Paulo Freire, Jacques Rancière y Hannah Arendt. Para ello, se parte de un estudio de carácter etnográfico que se desarrolló en dos centros de educación de personas adultas de la Comunidad de Madrid. A partir de las evidencias empíricas que se recabaron, procedentes fundamentalmente de entrevistas a docentes y alumnos que cursaban la ESO en estos centros, se construye un texto que nos permite subrayar la facultad política de esta modalidad educativa a la luz del pensamiento de estos tres autores. Su conjunción, en último término, nos permite definir la educación de adultos como una práctica individual y social de compromiso por una vida mejor y reivindicar los centros de educación de personas como verdaderos espacios de acción y discurso a pesar de situarse en los márgenes del sistema educativo de nuestro país.