“…De manera general, las principales barreras que influyen en la práctica de deporte y actividad física por parte de las personas con discapacidad son: accesibilidad a los espacios públicos (Kirchner, Gerber y Smith, 2008), costes financieros, falta de compañeros y dependencia de otros (Jaarsma, Geertzen, de Jong, Dijkstra y Dekker, 2014), falta de formación de los profesionales (Brian y Haegele, 2014), falta de oportunidades consistentes (Haegele y Porretta, 2015), falta de seguridad (Greguol, Gobbing y Carraro, 2015) y poca información sobre oportunidades de práctica (Greguol et al,2015;Perkins, Columna, Lieberman y Bailey, 2013). En cuanto a los factores identificados como facilitadores, las investigaciones previas han determinado que dichos factores son: la adquisición de habilidades motrices (Lieberman, Robinson y Rollheiser, 2006;Perkins et al, 2013), la mayor capacidad financiera del practicante y el sexo (para los hombres) (Ajuwon, Kelly y Wolffe., 2015), la motivación (Perkins et al, 2013), los niveles de actividad física de los padres (Greguol et al, 2015), la determinación personal (Kirchner et al, 2008), los contactos sociales, la diversión y la formación académica del practicante y el soporte familiar y de los profesionales (Greguol et al, 2015;Haegele y Porretta, 2015;Perkins et al, 2013).…”