“…Así, los enfoques de competencia en sus diversas expresiones, surgen como respuesta al imperativo de una formación que integre distintos saberes (conceptuales, procedimentales y actitudinales) capaces de ser movilizados en contextos vinculados al ejercicio del desempeño profesional (Chan, et al, 2017). Ello supone la incorporación de nuevas claves en la docencia universitaria, dentro de las cuales figuran por su efecto condicionador la escasa formación docente del profesorado universitario (Parris y Saville, 2011), y la racionalidad que muestran los procesos de evaluación formativa que se logran implementar (Sadler, 2010;Evans, 2013). Como parte de los esfuerzos institucionales por innovar, la evaluación que cumple una función social de certificación de las competencias alcanzadas, y una función de carácter pedagógico, orientada a proveer evidencias que permitan regular el proceso de enseñanzaaprendizaje, está llamada a ocupar un lugar dinamizador en los procesos de diseño y desarrollo curricular.…”