En esta ocasión presentamos dos casos de pacientes con diagnóstico de un acretismo placentario durante el primer trimestre de la gestación, uno de los cuales se manifestó como un síndrome de respuesta inflamatoria sistémica y el otro como una hemorragia uterina anormal. Se han reportado pocos casos de placenta acreta en el primer trimestre de la gestación, algunos de los cuales han requerido histerectomía. El considerar a esta entidad en el diagnóstico diferencial de las hemorragias durante el primer trimestre de gestación podría llevar a un tratamiento más oportuno y a la disminución de sus complicaciones.