El Seguro obligatorio de enfermedades, invalidez y accidentes del trabajo, a través de su instrumento operativo, la Caja del Seguro Obrero, fue una institución chilena destinada a resguardar los intereses de los trabajadores en el ámbito de la previsión, que funcionó entre 1924 y 1952. En el transcurso del tiempo, la diversificación en el alcance de sus prestaciones y la superposición del proyecto político del gobierno de Pedro Aguirre Cerda, posibilitaron la vinculación de la medicina social con la vivienda obrera, para un resguardo de los trabajadores en tanto motor del cambio social. El artículo propone una lectura de la arquitectura desarrollada por la institución referida, considerando un enfoque biopolítico, con objeto de contribuir a la diversificación de marcos conceptuales de la arquitectura del periodo. La metodología comprende la interpretación del ordenamiento y programa de los conjuntos, bajo las ideas de control y aseguramiento de las actividades de los trabajadores y sus familias, aplicada a la arquitectura de dos casos de estudios, los edificios colectivos de Arica e Iquique construidos ambos por la Caja del Seguro Obrero en la década del 40.