“…En lugar de ello, se han utilizado otras medidas para obtener recursos, por ejemplo, acciones recaudatorias y medidas correctivas, cuyo alcance ha sido limitado.En los últimos tiempos, México ha intentado llevar a cabo dos "reformas fiscales", una en el año 2001, durante la primera presidencia del Partido Acción Nacional, y otra en 2013, impulsada por el Partido Revolucionario Institucional y conocida por el Pacto por México, con el cual pudo ser aprobada. Ambas reformas buscaban aumentar la recaudación a través de impuestos indirectos, como el impuesto al valor agregado (IVA) y el impuesto especial sobre producción y servicios (IEPS), mientras que se simplificaba el impuesto sobre la renta (ISR).Sin embargo, en la primera reforma, el aumento en la recaudación fue insuficiente, con solo un incremento del 2% del PIB; en la segunda, se logró un aumento superior al 5%(Cárdenas, 2018), pero esto no impactó la progresividad del sistema fiscal, ya que la tasa marginal del ISR solo aumentó del 30% al 35% para los niveles más altos de ingresos y el coeficiente de Gini solo disminuyó de 0.47 a 0.46, entre 2016 y 2018.En la actualidad, el gobierno liderado por Andrés Manuel López Obrador tampoco ha implementado una reforma fiscal formal, pero ha adoptado diversas estrategias legales y administrativas para recaudar fondos a través del Sistema de Administración Tributaria (SAT).Estas estrategias incluyen mejorar la eficiencia de la recaudación mediante la detección temprana de omisiones o inconsistencias en el cumplimiento de obligaciones, promover el pago de adeudos mediante acciones persuasivas e invitar a la regularización, reducir la evasión y la elusión mediante programas de fiscalización y combatir la corrupción mediante la identificación y denuncia de redes criminales. Estas estrategias, junto con esfuerzos anteriores, han…”