“…Después de 1943, durante el régimen de Juan Domingo Perón, se estimuló de manera más enfática el bienestar de los trabajadores, promoviendo un turismo social amplio. Así, por medio de un decreto en 1945, se establecieron las vacaciones pagadas para los trabajadores (aunque el Estado no ratificó el Convenio 52 sino hasta 1950), luego se estimularon programas masivos de vacaciones populares y el Estado y organizaciones bajo su cobertura crearon una infraestructura de colonias y hospedajes para la acogida (Núñez y Vejsbjerg, 2010;Pastoriza, 2003Pastoriza, , 2008Pastoriza, , 2011Piglia, 2012Piglia, , 2014Troncoso y Lois, 2004). México y Brasil, por su parte, ratificaron el Convenio 52 en 1938 de forma temprana, bajo los regímenes populistas de Lázaro Cárdenas y de Getulio Vargas, muy interesados en el ocio del trabajador (Schenkel, 2012).…”