El objetivo del artículo es comprender las políticas de empleo implementadas por los gobiernos progresistas en Argentina entre 2003 y 2015, puntualmente aquellos subsidios destinados a fomentar el cooperativismo entre los trabajadores informales y los desocupados crónicos. La conclusión principal es que, una vez reconocidos los límites en la generación de empleo genuino en la industria, los gobiernos, durante este ciclo progresista impulsaron permanentes estrategias post-salariales para generar ingresos entre los calificados como inempleables. Hubo tres tipos de cooperativas financiadas y (o) creadas por el Estado: no-estatales, sintéticas y anfibias. El modelo cooperativo implementado durante este período fue una traducción de los emprendimientos colectivos autogestionados por los movimientos sociales durante la aplicación de políticas neoliberales en la década del noventa e inicios de este nuevo siglo. La metodología de investigación utilizada fue cualitativa: entrevistas realizadas en empresas recuperadas por sus trabajadores, con referentes de movimientos sociales, y funcionarios públicos.