Este artículo busca explorar los alcances que tiene el concepto de ambivalencia sociológica como factor clave para la implementación de programas sociales hacia la población pobre. Como caso de estudio se utiliza al Programa Familias, una intervención social que busca la superación de la pobreza. Desde la perspectiva de las profesionales encargadas de la implementación, la ambivalencia sociológica se manifiesta en la tensión entre una posición afectiva, necesaria para la realización de los objetivos programáticos, y una posición distante, esperada desde las instituciones estatales. En el caso de las beneficiarias, la ambivalencia sociológica surge de expectativas contrapuestas relacionadas con las labores de cuidado y microemprendimientos. Más allá de análisis totalizantes de estas políticas sociales, que ciertamente son de carácter neoliberal, se sugiere que el concepto de ambivalencia sociológica permite entender con mayor precisión la complejidad de los procesos de intervención, donde el poder estatal no siempre se presenta como coercitivo, sino también como negociador y tolerante.