ResumenEl propofol es un anestésico ampliamente utilizado en las unidades de cuidados intensivos. Su empleo puede provocar un efecto adverso poco frecuente pero extremadamente grave, conocido como síndrome por infusión de propofol (SIP), caracterizado por inestabilidad hemodinámica, rabdomiólisis, acidosis láctica y disfunción multiorgánica. Presentamos un caso de SIP con desenlace fatal, discutiendo su fisiopatología, clínica y consideraciones a tener en cuenta al emplear propofol.
Palabras clave: SÍNDROME DE INFUSIÓN DE PROPOFOL
Key words:PROPOFOL INFUSION SYNDROME
IntroducciónEl síndrome por infusión de propofol (SIP) es un cuadro infrecuente pero extremadamente grave secundario a la administración de propofol, fármaco ampliamente utilizado en las unidades de cuidados intensivos (UCI) (1) . La inestabilidad hemodinámica con acidosis láctica, rabdomiólisis y disfunción multiorgánica son las manifestaciones preponderantes, determinando en muchos casos la muerte del paciente. Si bien el principal factor de riesgo para su desarrollo consiste en la administración prolongada de dosis elevadas de propofol, se han descrito casos en pacientes que recibieron dosis relativamente bajas por breves períodos (2,3) . Esto remarca la necesidad de mantener un elevado índice de sospecha y realizar un estricto seguimiento de aquellos pacientes tratados con este fármaco.
Caso clínicoPresentamos el caso de un hombre de 25 años que sufrió un traumatismo encefalocraneano (TEC) grave, ingresando a la UCI en coma, estable hemodinámicamente y con buen intercambio gaseoso. La tomografía axial computarizada evidenció una contusión hemorrágica temporal y un hematoma subdural fronto-témporo-parietal derechos con efecto de masa, que fueron evacuados mediante neurocirugía de urgencia. En el posoperatorio presentó hipertensión intracraneana (HIC) pese a las medidas terapéuticas iniciales (sedoanalgesia, bloqueo neuromuscular, osmoterapia, hiperventilación). Dada la persistencia de HIC al tercer día de evolución se inició infusión de propofol (dosis 2,5 a 3,3 mg/kg/h) y se realizó craniectomía descompresiva. Mantuvo HIC refractaria, por lo que al sexto día se colocó un drenaje lumbar para extracción de líquido cefalorraquídeo, logrando controlar la misma. Se comenzó el retiro gradual de las medidas instauradas, suspendiéndose la infusión de propofol al séptimo día del ingreso (quinto día de infusión).Concomitantemente con la mejoría de la HIC el paciente presentó un deterioro del intercambio gaseoso, fiebre e hipotensión arterial. Se constataron consolida-
211
CASO CLÍNICORev Méd Urug 2017; 33(3):211-213