“…3 Los cambios ambientales a los que se expone el padre como los contaminantes, la dieta inadecuada, la obesidad, fumar, ingerir bebidas alcohólicas o exponerse a toxinas ocupacionales, tienen impacto en la metilación del DNA, en el incremento de las especies reactivas de oxígeno (ROS), en la modificación de histonas, y en la mayor cantidad de microRNA, 4 lo cual puede conducir a una afectación negativa sobre la concentración, la movilidad y la morfología espermática, conduciendo inclusive a la imposibilidad para fecundar, alteración en el desarrollo embrionario y alteraciones en la descendencia que aumentan el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas a futuro. 5,6 La evidencia anterior, hace pensar, que si los estilos de vida poco saludables, se asocian con el detrimento de la salud y de la calidad seminal, estilos de vida saludables en los que se evite el uso del cigarrillo y el licor, se incluya la práctica de actividad física, el descanso y la alimentación adecuadas, podrían tener un impacto positivo en la salud, en el peso y en la composición corporal y por ende, en la calidad seminal.…”