“…La configuración estructural de naturaleza colectiva proporciona a las cooperativas una cierta ventaja competitiva respecto al resto de opciones empresariales, puesto que tienen una gran capacidad para mantener mercados locales y regionales, creando empleos fuertemente enraizados en el territorio donde se implanta la empresa y, de este modo, se evita el riesgo de traslado o cierre selectivo y la deslocalización. MOTIVACIONES Y OBSTÁCULOS DE LAS MUJERES PARA EMPRENDER Esteban, Gargallo y Pérez (2016) indican en su estudio que entre las razones que contribuyen a generar contextos favorables a la igualdad de género en una cooperativa, se pueden destacar los siguientes: a) Mayor presencia de políticas de conciliación de la vida personal, laboral y familiar, lo que genera una mayor motivación y productividad en el trabajo. b) La estructura democrática y participativa de una cooperativa facilita la eliminación de prejuicios de género, facilitando la participación de las mujeres en los órganos de gestión de la cooperativa, aunque todavía existe un importante camino por recorrer.…”