mostrado un interés particular en la mejora del sector Salud desarrollando acciones orientadas al ideal de un país en el que la salud sea un derecho real. Para ello, consideramos necesario afianzar los logros obtenidos, enmendar y aprender de los errores y generar evidencia de calidad que permita tomar eficientemente nuevas decisiones. Frente a ello, nos permitimos señalar algunos aspectos que pueden contribuir a construir una hoja de ruta con intervenciones prontas y efectivas. Dada la naturaleza de nuestra revista puntualizaremos temas de Salud Pública y relacionados al fomento de la investigación en ciencias biomédicas, proponiendo en lo posible alternativas de solución.
RETOS EN SALUD PÚBLICAEl país enfrenta una creciente demanda de atención, no solo en enfermedades infecciosas, sino de enfermedades crónicas no transmisibles. Entre estas últimas, la patología cardiometabólica y los problemas de salud mental son particularmente relevantes. El incremento en la prevalencia de diabetes, hipertensión y obesidad representa una gran preocupación. Se calcula que el 7% de la población peruana es diabética (habiéndose duplicado su prevalencia en Lima en la última década) y que el 40% de diabéticos desconocen su diagnóstico (1) . La hipertensión ha incrementado su prevalencia del 23 al 27%(2) y la prevalencia de obesidad se estima en 17% (3) . Estas alarmantes cifras, asociadas al incremento de la esperanza de vida (10% de la población peruana son adultos mayores) generarán en los próximos años una previsible "epidemia" de complicaciones tales como infartos, desórdenes cerebrovasculares e insuficiencia renal, condiciones catastróficas para el paciente, la familia y el estado. Enfrentar esta "epidemia" necesita un abordaje multifactorial que incluya la promoción de una cultura de alimentación saludable desde los colegios, fomentando el consumo de frutas y verduras, y restringiendo la venta de dulces y bebidas con alto contenido de azúcar. Esto debe ser reforzado con la urgente implementación de la reglamentación de la ley Ley de Alimentación Saludable, inexplicablemente postergada, y se debe considerar crear un impuesto a comidas no esenciales de alta densidad calórica, medida que ha logrado reducir hasta en 10% su consumo en México (4) . Asimismo, es necesaria la intervención temprana a través de consultorios que abarquen la salud cardiometabólica en forma global desde la atención primaria.Con respecto a la salud mental, contribuyen notablemente los problemas generados por el consumo de alcohol, adicción al tabaco y los juegos de azar, pero lobbies empresariales han logrado, hasta el momento, impedir tomar acciones concretas. El tabaquismo es ciertamente un problema de salud, no solo en términos de adicción, sino además de su probado efecto en la génesis de neoplasias y eventos cardiovasculares. La generación de impuestos adicionales al consumo de bebidas alcohólicas, tabaco y juegos de azar no son solo un elemento disuasivo para estas adicciones, sino posibles fuentes de ingreso para incrementar el presupuesto destina...