“…Desde esta postura, se sostiene que el hombre es quien ejerce la conducta violenta mientras que la mujer es la que recibe el acto violento, manteniendo así una imagen sobre el sexo masculino como sujeto activo y el sexo femenino como sujeto pasivo ante un acto conflictivo en la pareja. Sin embargo, investigaciones recientes han ido Zamora-Damián, G.;Alvídrez Villegas, S.;Aizpitarte, A. y Rojas-Solís, J. L. ISSN: 2007-1833 señalando el carácter bidireccional de las conductas violentas donde tanto hombres como mujeres pueden ser agresores y receptores de dicha violencia, incluso, simultáneamente (Alegría y Rodríguez, 2017;Peña et al, 2013;Rey-Anacona, 2013;Rodríguez, 2015). Basándonos en esta bidireccionalidad, se puede hipotetizar que tanto la violencia psicológica, como la física y la sexual pueden ser perpetradas por ambos sexos (Arbach, Nguyen-Vo y Bobbio, 2015;Flores et al, 2015, Poó y Vizcarra, 2008Rey-Anacona, 2013;Rodríguez, 2015).…”