En tomate (Solanum lycopersicum L.), las plantas injertadas pueden conducirse a más de un eje, siendo de interés discriminar si las respuestas se deben al portainjerto o a la forma de conducción. Este trabajo tuvo como objetivo estudiar el efecto del injerto y el número de ejes por planta sobre su comportamiento fenológico y productivo. Se condujeron dos ensayos bajo un invernadero metálico parabólico de 24x40 m en La Plata, Buenos Aires, Argentina (33°56'42,6”S, 60°33'35,6”W), evaluando: 1) Planta: ‘SVTH 2900’ sin injertar, autoinjertado e injertado sobre ‘Multifort’; 2) Ejes por planta: uno, dos, cuatro. El diseño fue en bloques completos aleatorizados con arreglo factorial 2x3 con 3 repeticiones (2020) y 3x3 con 4 repeticiones (2021). Se registraron los días y grados-día acumulados desde trasplante, rendimiento y peso medio de frutos. Los datos fueron analizados usando un análisis de varianza y prueba de Tukey. No hubo diferencias en el momento de inicio de cosecha, y el ciclo productivo se prolongó por el injerto y el mayor número de ejes. El injerto incrementó el peso medio de frutos, el rendimiento total en 32 a 34% y la producción de frutos con peso >150 g en 45%. La conducción a dos ejes promovió el rendimiento total. Además, el número de frutos fue superior en plantas a dos ejes en 2020, mientras que aumentó en plantas injertadas conducidas a cuatro ejes en 2021. En las condiciones de ensayo, puede recomendarse el uso de plantas injertadas y la conducción a dos ejes, ya que se observa un mejor comportamiento fenológico y productivo.