“…Algunas actividades académicas que pueden considerarse como propias de estrés académico son la realización de exámenes, exposición de trabajos en clases, intervención en el aula, sobrecarga académica, masificación de las aulas, competitividad entre compañeros, trabajar en grupo, exposiciones orales, la puntualidad, las exigencias del profesor, entre otros. Las consecuencias de los altos niveles de estrés que experimentan los estudiantes que van desde estados depresivos, ansiedad, irritabilidad, descenso de la autoestima, insomnio, asma, hipertensión, úlceras, etc., llegan a afectar tanto la salud como el rendimiento académico de los alumnos (Barraza Macías, 2005;Barraza Macías & Silerio Quiñónez, 2007).…”