“…La hipótesis 1 fue confirmada. Los resultados indicaron que las respuestas fueron similares en ambos grupos, y que las personas con autismo fueron capaces de entender la base fundamental de una ironía presentada en formato visual, siguiendo la línea que otros autores ya remarcaron en sus estudios (Colitch et al, 2012;Glenwright & Agbayewa, 2012;Wang et al, 2006) Otra explicación posible, acerca de la similitud encontrada, podría deberse justamente a la edad de los participantes, ya que se trataba de una población preadolescente y adolescente (y con diagnóstico de autismo nivel 1), y en términos evolutivos, las ironías y las bromas se encontrarían en un estadio ya alcanzado por la mayoría de los participantes (Aguert et al, 2016;Harris & Pexman, 2003;Pexman et al, 2011).…”