“…Por ello, la identidad de estos profesionales presenta desafíos vinculados a cambios contextuales que se proclaman entre la dicotomía de una formación académica con la tradición histórica de origen medieval y su acercamiento a la moderna JA (Douglas, 2015;Dagilyte y Coe, 2014;Brubaker et al, 2014). Estas habilidades blandas consisten en sensibilizar a los estudiantes de derecho, por ejemplo, sobre las realidades del contexto regional y rural (Kennedy, Mundy y Nielsen, 2016), y llamarlos a adoptar un enfoque más socio-legal (Waters, 2017), incluyendo en la educación jurídica el manejo de las emociones (Heath, Galloway, Skead, Steel y Israel, 2017;Husenko et al, 2020).…”