Tradicionalmente, las personascon discapacidad intelectual han sido privadas del derecho aexpresarsu opinión, desestimando su capacidad de reflexión y haciendo prevalecer su mayor dependencia de los adultos de referencia. En este sentido, aunque cada vez hay una mayor conciencia de los derechos de estas personas, siguen presentes los prejuicios de sus padres hacia la sexualidad de este colectivo. Por este motivo, nos proponemos analizar las actitudes hacia la conducta sexual de las personas con discapacidad intelectual que detentan tanto las personas que integran este colectivo como sus padres. Para ello, se administró una escala breve de actitudes hacia la conducta sexual a una muestra de 360 personas con discapacidad intelectual leve o moderada de entre 19 y 55 años y a 100 padres de entre 28 y 83 años. Los resultados revelan que las personas con discapacidad intelectual presentan actitudes significativamente más liberales que sus padres hacia las conductas de besarse, acariciarse (t = 2.423; p = .016) o realizar prácticas sexuales sin penetración (t = 2.009; p = .045), pero no hacia la práctica del coito vaginal frente a la que ambos colectivos muestran actitudes semejantes (t = .252; p = .802). Estos resultados reflejan no solo la importancia de tener en cuenta las actitudes sobre sexualidad de las personas con discapacidad a la hora de elaborar programas de educación afectivo-sexual adaptados a sus características, sino también el valor de proporcionar los conocimientos y habilidades necesarios a los padres.