Las proteínas totales en la sangre son un indicador importante de la salud humana, ya que reflejan el equilibrio entre la degradación y la síntesis de proteínas en el cuerpo. Se encuentran en niveles estables, generalmente entre 6 y 8 g/dL. En individuos con sobrepeso u obesidad, su medición cobra especial relevancia debido a su efecto saciante en el apetito, lo que puede reducir la ingesta calórica diaria. Sin embargo, niveles elevados de proteínas totales pueden indicar problemas de salud como la obesidad, resistencia a la insulina o daño renal, relacionados con la inflamación crónica, la producción de proteínas de fase aguda y la disminución en la capacidad del riñón para filtrar adecuadamente. Por otro lado, biomarcadores como la albúmina, la proteína C reactiva, la urea, la creatinina, el ácido úrico y la homocisteína, junto con la glucosa, el colesterol y los triglicéridos, ofrecen información adicional sobre la salud cardiovascular y metabólica, especialmente en personas con sobrepeso u obesidad, donde los desequilibrios en estos biomarcadores pueden indicar mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares y metabólicas. Es esencial monitorear estos biomarcadores para identificar y prevenir posibles complicaciones en la salud.