Es imposible separar la enfermedad física de la enfermedad mental, puesto que la fisiopatología de cualquier enfermedad contiene a la esfera psicológica dentro de sus múltiples elementos. En ese sentido, muchas especialidades médicas pueden reclamar su relación con la Psiquiatría, puesto que son innumerables las enfermedades que tienen nexo con signos y síntomas psiquiátricos (por ejemplo, la enfermedad inflamatoria intestinal en Gastroenterología; el asma bronquial en Neumología, entre otras). No obstante, con la Dermatología la relación es mucho más evidente. La Psicodermatología es una especialidad que surge de la conjunción de dos ramas aparentemente divergentes de la Medicina: la Psiquiatría y la Dermatología. En Psicodermatología, algunos pacientes presentan enfermedades principalmente dermatológicas con comorbilidades psicosociales secundarias, mientras que otros tienen trastornos psiquiátricos primarios con sintomatología cutánea significativa. Así también, debido a que varias enfermedades dermatológicas no solo se acompañan frecuentemente de dolor e incomodidad, sino que son inmediatamente visibles para los demás, las personas afectadas por estas condiciones pueden sufrir consecuencias sociales y emocionales. Con base en lo anterior, este artículo de revisión presenta los conceptos, nosología y modelos de abordaje de esta ciencia médica, haciendo hincapié que, debido a la interacción permanente entre la mente y la piel, se hace necesario que el paciente sea tratado como una unidad constituida por varios niveles, incluyendo aspectos cutáneos, emocionales y mentales.