Se define como paciente politraumatizado a todo aquel paciente que presenta dos o más lesiones traumáticas graves, que conllevan a disfunción orgánica y compromiso hemodinámico llegando a comprometer la vida. A nivel mundial constituye un problema grave de salud pública, siendo la principal causa de muerte en personas menores de 45 años en todo el mundo. Dentro de las principales etiologías de muerte en el paciente politraumatizado destacan las lesiones a nivel del sistema nervioso central y las hemorragias. Tiene una mortalidad con una distribución trimodal; inmediata, precoz y tardía. La mayoría de estas muertes tienen un origen accidental, siendo los accidentes de tráfico y los accidentes laborales las causas más frecuentes. Los índices de severidad en trauma son una serie de escalas para evaluar alteraciones anatómicas y/o fisiológicas y de esta manera poder establecer prioridad de atención a los pacientes con lesiones más graves y al mismo tiempo calcular la probabilidad de supervivencia del paciente así como su pronóstico, contribuyendo significativamente en la organización del manejo del paciente politraumatizado.