“…Varios estudios realizados en distintos niveles educativos muestran que los alumnos son conscientes de la necesidad e importancia de los alimentos, sin embargo, sus ideas reflejan deficiencias en aspectos referidos a alimentación y nutrición que no favorecen sus hábitos en salud (Núñez et al, 2007). Algunas de las dificultades encontradas tienen que ver con: la identificación de los micronutrientes (Carraway - Stage et al, 2015); la capacidad para comprender el trabajo conjunto de los sistemas que intervienen en la función de nutrición en el ser humano, especialmente del circulatorio (Bonilla et al, 2015); el reconocimiento de las dimensiones biológica y física que se asocian con la educación en salud y las nociones de nutrición (Hovland et al, 2013); la necesidad de relacionar de manera efectiva, la presencia de ciertos constituyentes químicos con su impacto en la salud (Anghel, Gorghiu, Buruleanu, & Gorghiu, 2017); los conocimientos referentes a la lectura e interpretación de rótulos sobre información nutricional (Filadelfo & Guridi, 2014); los obstáculos de los profesores para abordar la educación nutricional, asociados principalmente al diseño curricular (Stage et al, 2018); la centralidad, casi de manera exclusiva, en las propiedades de los alimentos y los sistemas biológicos que intervienen en la transformación de estos, de manera no relacionada entre ellos (Rivadulla-López et al, 2017); las deficiencias a nivel conceptual relacionadas con la demanda energética y su cubrimiento (Núñez et al, 2007).…”