El resurgimiento de la economía política del castigo en el desarrollo de las teorías criminológicas, especialmente a partir de la década de 2000, promovió un aumento de los análisis comparativos entre diferentes naciones. Sin embargo, estos trabajos se han limitado básicamente al análisis de los países centrales del capitalismo. De esto se desprende que dicho marco teórico ha pasado por alto los países latinoamericanos, africanos y asiáticos. A partir de datos secundarios sobre el caso brasileño (el índice GINI, las tasas de desempleo, las tasas de encarcelamiento y los datos de las actividades de los presos), este trabajo aporta una realidad del Sur y periférica al debate criminológico contemporáneo sobre la economía política del castigo. También se muestra cómo la importación acrítica de teorías criminológicas, como si se tratara de una receta, no logra comprender la realidad y las demandas de las sociedades periféricas y sus combinaciones originales. Esto no implica interrumpir el diálogo con los países desarrollados del Norte, ni despreciar las teorías desarrolladas en y para otras realidades. Por el contrario, se argumenta que una adecuada contextualización del conocimiento criminológico acumulado, que considere las particularidades de países y regiones de aquí y allá, puede ser útil para comprender mejor los distintos fenómenos experimentados en las regiones periféricas. Así lo demuestra la relación entre castigo y disciplina en las cárceles brasileñas.