“…El empleo de las metodologías activas ofrece numerosas ventajas como una mayor motivación del alumnado, un mejor desarrollo de las habilidades y competencias profesionales o una mayor conexión entre la teoría y la práctica, así como entre los conocimientos de diferentes disciplinas (Andreu Andrés & García-Casas, 2014;Marin-Garcia et al, 2014;Martínez-Gómez et al, 2013;McCarthy & Anderson, 2000;Prince, 2004). Asimismo, este tipo de metodologías permiten acercar al alumnado a la realidad empresarial e integrar los conocimientos (Conejero et al, 2015;Gauci et al, 2009;Maldonado, 2008;Marin-Garcia et al, 2009;Smith, 2005).…”