El tema de esta tesis son los efectos del psicoanálisis sobre la posición del soñante, esto es, la relación que el analizante establece con sus sueños en distintos momentos y, en ocasiones, la posición que toma en la escena onírica. La hipótesis principal es que el psicoanálisis produce efectos sobre la posición del soñante y que éstos se manifiestan en: (1) modificaciones en la relación con los sueños y (2) cambios en la forma del soñar. Por lo tanto, el objetivo general es examinar los cambios en la relación sueño-soñante a lo largo del análisis. El marco teórico es psicoanalítico, de orientación lacaniana. El método utilizado comprende la construcción de un corpus de análisis con 53 testimonios de pase, pertenecientes a Escuelas de psicoanálisis ligadas a la Asociación Mundial de Psicoanálisis, la Escuela de Psicoanálisis de los Foros del Campo Lacaniano y la Escuela Freudiana de Buenos Aires. La tesis incluye también una parte estrictamente teórica, que se aboca a retomar el edificio freudiano del sueño desde la perspectiva de la realización de deseo. Allí se analizan también los postulados de Jacques Lacan acerca del tema. La tercera parte de la tesis corresponde al estudio del corpus de análisis. Allí se desglosan las posiciones del soñante observadas en los testimonios desde diversas perspectivas: la posición del soñante y sus cambios al final del análisis con respecto al núcleo pulsional que el sueño envuelve; cómo se relacionan los analizantes de los testimonios con la potencia interpretativa de sus sueños; la función que esos soñantes atribuyen al analista cuando lo hacen aparecer como personaje en la escena onírica; la relación observable entre sueño y angustia en algunos de los testimonios; la presencia y características de los sueños-índice; los cambios de posición de los soñantes frente a la muerte y el tiempo; la participación de los sueños en la decisión de dar por concluido el análisis y, finalmente, las diversas posiciones que han tomado los analistas lacanianos con respecto a la relación sueño-soñante después de finalizado un análisis. Se concluye que: a) Los sueños narrados en los testimonios del corpus no presentan diferencias entre escuelas. Lo que sí difiere es el modo de organizar el testimonio. En general, el sueño es productor de virajes en la cura y, a medida que esta avanza, el sueño acarrea efectos interpretativos en el momento mismo de despertar. b) Se observan cambios notorios en la rigidez de la censura onírica, los cuales se evidencian en una reducción del mecanismo de desplazamiento, en pos de un mayor empleo de la condensación. Los soñantes indican que sus sueños requerían cada vez de menos despliegue asociativo y les resultaban de fácil interpretación. La participación del analista iba decreciendo y se volvía poco necesaria sobre el final. c) Los sueños del final entrañan una satisfacción conclusiva, son sueños que cierran cierto recorrido, y es observable que el soñante se manifiesta conforme con ese cierre, su respuesta es la satisfacción con respecto a ese sueño, su conformidad. d) La función del sueño como realización de deseo debe ser distinguida del hecho de que algunos sueños figuran un anhelo como cumplido. A estos últimos, preferimos reconocerlos como sueños de comodidad, mientras que la realización de deseo debe ser concebida como de amplio espectro, comprendiendo tanto los sueños placenteros como los displacenteros, ya que el deseo, a partir de Lacan, es ubicado como subsistiendo en el límite entre el principio de placer y el más allá. Dentro de las maneras de realizar el deseo que se pueden observar en los testimonios, se han localizado varias funciones: la función del sueño como mostración del objeto causa; la función del sueño como interpretación; la función escritural y la función del sueño como índice. Se defiende que estas cuatro funciones se distinguen en cierta medida de la función de guardián del dormir y se corresponden, en diversos sentidos, con la función de realización del deseo. e) Finalmente, en cuanto a los modos de trabajo con el sueño que pueden observarse en los testimonios del corpus, se concluye que el método freudiano de interrogación de los elementos del sueño y pedido de asociaciones sigue vigente. Pero a la vez se agregan modos de intervención propiamente lacanianos, como son el corte y algunas variantes del acto analítico que responden a la libertad táctica proclamada por Lacan. La interpretación también aparece en los testimonios y tiene una estructura breve y similar al witz.