El artículo analiza las reformas introducidas o proyectadas, en las últimas décadas, al régimen jurídico de los animales en algunas codificaciones civiles de Europa y América, en consonancia con la legislación sobre el bienestar animal, que califica a los animales no ya como cosas sino como seres sintientes. Este nuevo paradigma ha conducido a la superación de la tradicional dicotomía personas-cosas, mediante la configuración de un tertium genus a ellos dedicado, así como a la elaboración de un régimen jurídico especial, con repercusiones –principalmente– en materia de propiedad, responsabilidad civil, familia y sucesiones.