“…Por otro lado, la mayoría de los trabajos han evaluado uno, dos o tres de los cuatro niveles de dominio establecidos, respectivamente, sin grandes diferencias entre ellos, y, según se ha indicado al inicio del apartado, tan solo uno los ha evaluado todos (ver la Figura 27). Asimismo, la mayoría de estos antecedentes han evaluado los resultados de aprendizaje específicos vinculados al ejercicio de una arquitectura sostenible, especialmente en el ámbito del diseño de proyectos y su construcción, ignorando otras cuestiones propias del ejercicio profesional (Al-Hagla, 2012;Boarin et al, 2020;Chen y Pitts, 2006;Gil-Mastalerczyk, 2020;Keumala et al, 2016;Kuppusamy et al, 2018;Malinowska y Taraszkiewicz, 2020;Nushi et al, 2013;Shaheen y Elkadi, 2005;Xie et al, 2021) o incluyendo solamente alguna pregunta puntual sobre la profesión en general, a la que, no obstante, subyacía igualmente una visión de la profesión muy vinculada al diseño y a la construcción (Canan et al, 2006;K.-S. Lee et al, 2012;Williams, 2017) 41 . Por el contrario, el trabajo de Yüksek (2013) incluía una aproximación general al ejercicio profesional, y los estudios de Topchiy y Fatkullina (2020) y de Zain et al (2015) examinaban los resultados de aprendizaje del alumnado desde la perspectiva de la sostenibilidad en general, obviando las cuestiones propias de la disciplina 42 (ver la Figura 28).…”