“…Existe una relación bien establecida entre el uso de determinados antimicrobianos (cefalosporinas de tercera generación y quinolonas) con la mayor incidencia de resistencia de algunos microorganismos (BGN productores de ß-lactamasas de espectro extendido, BGN no fermentadores multi-resistentes), así como las políticas que implican restricción de estos antimicrobianos tienen un impacto positivo tanto sobre la colonización como la infección por estos microorganismos 4,5,10,19,21,22 . También se ha reportado una menor incidencia de diarreas por Clostridium diffi cile como resultado de la implementación de estrategias de uso apropiado de antimicrobianos, con restricción del uso de cefalosporinas y clindamicina 14,16 .…”