“…Por parte del hombre abusador, los estudios en la literatura se refieren comúnmente a trastornos de la personalidad (Hamberger y Hastings, 1986), siendo el trastorno antisocial de la personalidad y la depresión los más detectados (Dinwiddie, 1992), complicados o no con abuso de sustancias. Si se toma en consideración a la mujer víctima, las categorías diagnósticas más frecuentes son depresión (Campbell, Sullivan y Davison, 1995;Echeburúa, Corral, Amor, Sarasúa y Zubizarreta, 1997) y diversos cuadros de ansiedad (Sato y Heiby, 1991), entre los que destaca el trastorno de estrés postraumático (Houskamp y Foy, 1991).…”