No hay población ni país en el mundo que no haya sido afectado por el COVID-19, por lo que, como medida para contener los contagios, los países decidieron establecer cuarentenas parciales o totales. En el Perú, a partir del 16 de marzo de 2020, y por más de cien días, los ciudadanos tuvieron que cumplir un aislamiento social obligatorio. Los policías, los militares y el personal de salud eran los únicos permitidos en movilizarse con el fin de salvaguardar vidas. Los servicios domésticos, de comida preparada y de comercio en general se detuvieron. En el contexto de la pandemia, algunos ciudadanos discriminaron y racializaron a otros por no ser considerados de la misma condición social. En el caso de las trabajadoras del hogar, con un régimen de “cama adentro”, por ir a ver a sus familias, y, en el caso de los policías, por aplicar la norma, fueron maltratados por sectores sociales mejor posicionados. El objetivo de este trabajo es analizar los discursos de discriminación y racialización en tiempo de coronavirus en el Perú, generados por lo que se conoce en el país como pituquería, es decir, por la élite social peruana, sobre todo limeña. Para alcanzar el propósito del trabajo, se han escogido dos discursos que explicitan prácticas sociales de racismo: el escrito ‘Cómo pasar la cuarentena’ de la columna periodística After party de la escritora y exembajadora peruana en Argentina Maki Miró Quesada, y las agresiones verbales de ‘cholificación’ realizadas por el empresario y abogado Carlos Wiesse Aserjo. Para el análisis de los datos, recurrimos a las estrategias metodológicas del Análisis Crítico del Discurso (ACD). El artículo concluye que la cuarentena visibiliza ideologías asimétricas de pensar hacia la población peruana desde el poder.