“…Así mismo, los hallazgos y alcances muestran que ha sido posible revertir los daños de otras funciones cognitivas relacionadas, como la memoria de trabajo y algunos componentes de las funciones ejecutivas como secuenciación, y fluidez verbal y no verbal, componentes que se vieron en decremento durante la evaluación pretratamiento, y que acompañaban el déficit atencional. Lo anterior se argumenta claramente dada la observación del desempeño del paciente en diversas tareas atencionales, la ilación de su discurso y su testimonio de mejoría, relacionado con una mayor funcionalidad y desempeño cognitivo; acorde con hallazgos de autores como Ríos, Muñoz y Paul (2007); Carvajal, Henao, Uribe, Giraldo y Lopera (2009); García, Gómez, Rodríguez, Sánchez, Zumarraga, Enseñat, Bernabeu, Tormos y Roig (2010) Quijano y Cuervo (2011), Moraleda, Romero y Cayetano, (2011) y Bonilla et al (2016). Además, se indica que las funciones anteriormente mencionadas se encuentran estrechamente relacionadas y una rehabilitación de tipo atencional puede generar mejoría en otros procesos, debido a la estrecha funcionalidad de las redes atencionales, velocidad de procesamiento y procesos de memoria (Bernabéu, 2017).…”