El mestizaje ha sido comprendido y enseñado desde una perspectiva colonial y patriarcal a partir de la existencia o el abandono del 'padre' europeo. De este modo, el mestizo es una negatividad histórica, o una reiteración permanente de la violencia del 'padre'. La realidad y la imaginación son mucho más ricas y complejas. En el proceso de la mezcla de las culturas, la participación activa y protagónica de las mujeres no occidentales concedió al proceso interétnico una dinámica más vital y creadora, distante de las representaciones oficiales del Occidente colonial. Las mujeres indígenas, las mujeres moriscas y las mujeres africanas instalaron una forma de vivir donde la experiencia amorosa pasó a ser una experiencia fundante de la convivencia humana.Palabras claves: mujeres no occidentales, mestizaje, sociabilidad amorosa, Chile. "Esta exaltación de la mujer morena, asociada con la tradición poligámica musulmana, facilitaría y ejercería influjo sobre la hibridización que tuvo lugar en el Nuevo Mundo" (Mörner 1969:26).
Las Mujeres No Occidentales y la 'Mezcla de Razas'¿Cómo pensar hoy las formaciones históricas del mestizaje de Chile? La visión del mestizaje en el siglo pasado fue configurada -sobre todo-por los intelectuales masculinos de la elite. Éstos siempre vieron especialmente al roto -el mestizo de Chileen función del orden/desorden de la nación. Y, sobre todo, fue visto el roto: el sujeto masculino; hasta llegar a los pobres 'huachos' -seres desventuradosque describiera Sonia Montecino en su instigante estudio sobre el mestizaje chileno (Montecino 2010. Sobre el arquetipo masculino y violento del mestizaje y sus reiteraciones [León 2005]). El tema del mestizaje en América del Sur ha estado condicionado por el discurso homogeneizador del Estado nación de raíz europea: de la 'patria' o del vacío de la 'patria': la imagen del 'pater ausente'. Nuestra propuesta es poder abordarlo como una experiencia vital que integre y exprese lo ibérico, lo indígena y lo africano en una plataforma de reconocimiento polifónico de la legitimidad de cada uno de estos elementos integrantes e integradores (Wade 2005) 1 .Habría que comprender a los mestizos, y sobre todo a las mestizas, no tanto como sujetos limitados o defectuosos, sino como sujetos habitados de vitalidad y, por lo mismo -y particularmente-, amorosos. ¿Qué queremos decir con ello? Entendemos como amorosos los comportamientos de las culturas matrízticas como formas vitales de participación, inclusión, colaboración, comprensión, acuerdo, respeto y coinspiración, donde el otro o la otra