Castilla y León es una región típica del rural profundo de Europa; con casi 95.000 km2 y solo 2,5 millones de habitantes, destaca por la baja densidad de población, el envejecimiento, el declive demográfico y el predominio de las zonas rurales. La mitad de su población es rural, aunque la agricultura solo emplea el 7% de la mano de obra regional, si bien llega hasta el 80% y el 100% en muchos municipios rurales pequeños.El poblamiento actual, disfuncional, consta de un elevado número de asentamientos, mucho mayor que el correspondiente a los habitantes residentes. Muchos de ellos no desaparecen gracias a la rehabilitación de algunas casas y a la construcción de otras, merced a la llegada, escasa, de nuevos habitantes y a la llegada, masiva, de residentes temporales. Sin embargo, existe una clara dualidad rural entre las áreas periurbanas y el resto del territorio.