“…De forma que la migración, inmigración, transmigración y emigración solo son algunas dimensiones del fenómeno de movilidad. Por ello es menester contemplar escenarios de salida, tránsito y llegada en relación con procesos de transformación en la etapa globalizadora neoliberal, estudiar las alteraciones en la identidad y sensaciones de seguridad en los trayectos, el multifactorial entramado del mercado de trabajo capitalista no como consecuencia sino como parte integral de la movilidad y las circunstancias del país de origen que la influye, formas causadas por estructuras macro así como también de acciones de grupos inmiscuidos (migrantes y no migrantes) en dimensión local-global, experiencias de las personas que transitan de forma legal o ilegal (Alonso, 2019) así como percepciones de las personas adscritas al territorio o cultura que los reciben temporal o permanentemente; tal y suficientes trabajos científicos han referido (Bauman, 2016;Beck, 2007;Thomas y Znaniecki, 2006;Navarrete, 2016;Polanyi, 2007;Wimmer, 1997;Willems, 1995;Semyonov, Raijman, Yom y Schmidt, 2004;Markaki y Longhi, 2013;Meseguer y Maldonado, 2015;Kevins y Lightman, 2019;Semyonov y Raijman, 2006;Ceubanu y Escandell, 2010;Brenner y Fertig, 2006;Kevins y Lightman, 2019;Solé, 2010;Kunovich, 2004;Quillian, 1995). En suma, el proceso de movilidad epistemológicamente implica analizar procesos entrecruzados y multidimensionales.…”