<p><strong>Introducción.</strong> La leishmaniasis visceral es una enfermedad desatendida de alta letalidad que requiere profundizar los estudios locales para un diseño de estrategias de control efectivo. En América se verificó la urbanización de su transmisión, teniendo como reservorio principal al perro doméstico, donde condiciones socio-económicas, representaciones y prácticas de grupos domésticos (GD) jugarían un rol estratégico poco conocido para su endemicidad. <strong>Objetivo.</strong> Analizar representaciones y prácticas de prevención y afrontamiento de leishmaniasis visceral en humanos (LVh) y caninos (LVc) y factores socio-económicos de riesgo.</p><p><strong>Materiales y métodos.</strong> Estudio transversal de casos y controles. Caso: GD, con al menos un integrante con antecedentes de LVh notificado por Ministerio de Salud Pública. Control: GD sin integrantes con antecedentes de LVh. A partir de información primaria, se caracterizó demográfica y socialmente la población, la calidad de su vivienda y se construyó un ranking de conocimientos y actitudes frente a la LV, se describieron prácticas asociadas a riesgo y presencia de LVc.</p><p><strong>Resultados.</strong> Mala calidad de la vivienda (p≤0,001), personas del GD fuera vivienda después 18 hs (razón de momios, RM=4,5; IC 95%<sub>:</sub> 1,69-12,18), la reproducción sin control racial de perros (RM=15,7; IC 95%: 3,91-63,2) y con LVc en el domicilio (RM=120,3; IC 95%: 18,51-728,3) se asocian positivamente o incrementan el riesgo de contraer LVh.</p><p><strong>Conclusión.</strong> Se observa una determinación social de riesgo asociada a pobreza estructural, que aumentan la probabilidad de contacto humano-vector por mala calidad de vivienda y hacinamiento. El factor de riesgo más importante para la LVh fue la tenencia de perros con LVc en el domicilio.</p>