“…Los artefactos del complejo alucinógeno son parte de un conjunto de elementos materiales y simbólicos que se encontrarían participando de la circulación e intercambio ritual en el área Circumpuneña durante la época tardía, como muestran distintas investigaciones. Se reconoce el tráfico a larga distancia de materiales como valvas (Spondylus, Pecten, Scurria), caracoles (Strophocheilus, Megalobulimus), minerales de cobre, restos óseos de fauna (quirquincho, flamenco, aves subtropicales), maderas (cebil, lianas) o sustancias (cebil); y su participación y depositación en sitios y contextos ceremoniales vinculados a rituales de conexión con otros mundos, estados y seres necesarios para habitar y transitar este mundo (Horta Tricallotis et al 2022Nielsen 2007a;Nielsen et al 2017; Soto Rodríguez y Pimentel Guzmán 2020; Sprovieri 2013; Sprovieri y Rivera 2014; Ventura 2023; entre muchos otros). Estaríamos entonces ante elementos cuyo valor y potencia radica en las significaciones que adquieren como parte de maneras compartidas de entender el mundo y sus relaciones, convirtiéndose en emblemas corporativos (Nielsen 2006b(Nielsen , 2007a.…”