“…Otra posible estrategia consistiría en la adopción de medidas que permitieran reducir la huella per cápita a escala de individuo/ciudad/región/país, convergiendo hacia unos niveles compatibles con el capital natural existente a escala planetaria. En este contexto las políticas de compacidad podrían resultar exitosas, ya que en diversos estudios se constata la existencia de una correlación negativa entre densidad y huella per cápita (Moles, Foley, Morrissey & O'Regan, 2008;Moos, Whitfield, Johnson & Andrey, 2006;Muñiz & Galindo, 2005;Muñiz et al, 2013;O'Reagan, Morrissey, Foley & Moles, 2009;Rees & Wackernagel, 1996;Ryu, 2005;Walker, 2013), si bien es cierto que algunos han obtenido evidencia empírica que apunta en la dirección contraria (Australian Conservation Foundation, 2007;Marique, Dujardin, Teller & Reiter, 2013).…”