La endometriosis es una condición clínica que se caracteriza por presencia de estroma y glándulas endometriales extrauterinas, es decir, que se ubican anormalmente fuera de la cavidad uterina. Por lo general, se encuentran en la pelvis, ligamentos uterosacros, ovarios y saco de Douglas; sin embargo, también se pueden localizar en diversos sitios como lo es el intestino, la cavidad pleural y el diafragma. La endometriosis es un proceso inflamatorio de carácter benigno dependiente de estrógenos, que causa malestar y puede llegar a interferir en la calidad de vida de la mujer, con una amplia gama de síntomas que varían desde dismenorrea, dispareunia hasta infertilidad y dolor crónico, que puede ser severamente debilitante e incapacitante, puede generar perjudicaciones en etapas: premenárquica, reproductiva y en ocasiones postmenopáusica; además, afecta diversas esferas: social, mental y física. Durante años se ha investigado su posible patogénesis, algunas de las principales hipótesis son la menstruación retrograda, la teoría de la inducción, la diseminación linfática o vascular y la metaplasia del epitelio germinal. El diagnóstico determinante de la endometriosis es quirúrgico, y entre sus tratamientos se tiene a disponibilidad de medicamentos hormonales, no hormonales y quirúrgicos. Es una enfermedad frecuente que produce gran disconformidad en la vida de la paciente, por lo que como profesionales de la salud es necesario manejar esta patología de la mejor manera, con un tratamiento individualizado, oportuno y eficaz, ya sea de manera farmacológica o quirúrgica, según sea el caso.