“…El inmunoensayo enzimático (EIA), quimioluminiscente (CLIA) y de enzimas quimioluminiscentes (CLEIA) son los métodos más sensibles y específicos para detectarlos -excepto el HBcAg-; 7,27 las normas nacionales establecen como ensayo de tamizaje la prueba rápida de HBsAg, 28,29 usualmente por el método de inmunoensayo de cromatografía, que permite la detección masiva en entornos comunitarios y mejora la prevención de la transmisión vertical. 7,30 Cada etapa clínica presenta un perfil específico, que corresponde a una fase evolutiva concreta, desde la década de 1980 se han descrito patrones de difícil interpretación, debido a factores dependientes del paciente -alteración de la respuesta inmune que origina formas evolutivas clínicas no habituales-o del virus -mutaciones virales que causan un comportamiento anormal como la ausencia de un antígeno o su permanencia a pesar de la aparición del anticuerpo correspondiente-. 9 Antígeno de superficie (HBsAg) Es el primero que aparece después de la infección, es diagnóstico de la etapa aguda, 31,32 suele preceder al cuadro clínico, 5 es detectable a partir de la cuarta semana de infección 27 y puede perdurar hasta 6 meses cuando no se tiende a la cronicidad.…”