“…La presión del grupo o de la pareja puede ser un motivo para enviar fotografías, vídeos o mensajes erótico-sexuales (Fajardo et al, 2013;Alonso-Ruido et al, 2015). Otros factores sociológicos que pueden llevar al envío de fotografías de contenido sexual por parte de las víctimas son el avance en la edad, la búsqueda de experimentación sexual, el deseo de atraer la atención de alguien, la intención de regalo a la pareja, la comunicación en la pareja cuando se encuentran distantes, el sentirse o ser visto como deseable o ser considerado popular, el deseo de llamar la atención, el exhibicionismo, estándares bajos en privacidad y modestia, tendencia a la promiscuidad, falta de cultura de privacidad, aprobación de la pornografía y bajas creencias morales (Mercado Contreras et al, 2016.;Agustina y Gómez-Durán, 2016). Cabe recordar que el sexting, sobre todo entre los jóvenes, es un nuevo modo de expresión de la actividad sexual propiciado por la utilización de las TIC, de modo que, en muchas ocasiones, es percibido como un modo de iniciarse en la sexualidad fuera de la realidad física o como cauce para fantasías sexuales (Kaur, 2014).…”