Los materiales poliméricos han ido adquiriendo, desde mediados del pasado siglo, un protagonismo cada vez mayor como consecuencia de sus atractivas propiedades, entre las que destacan ligereza, facilidad de transformación, libertad de diseño de piezas y economía. Las desventajas iniciales, como sus limitaciones frente a materiales tradicionales en cuanto a resistencia mecánica, han dado lugar al estudio combinaciones de polímeros, principalmente termoestables, con otros materiales que actuarán como refuerzos, abriendo de este modo nuevas perspectivas en aplicaciones de materiales compuestos hasta entonces restringidas casi exclusivamente a los materiales metálicos. De este modo se convierten en una alternativa firme para el diseño de equipamiento y estructuras cada día más importantes, sustituyendo a materiales tradicionales como el acero o la madera.La evaluación del comportamiento mecánico de los materiales compuestos es una de las prioridades en prácticamente cualquiera de sus aplicaciones, teniendo que considerar otra serie de factores en el caso de aplicaciones específicas. La resistencia química del compuesto, por ejemplo, se convierte en una característica crítica en el caso de aquellas aplicaciones que requieran un contacto prolongado con líquidos de diferente naturaleza química, que puedan propiciar degradación, produciendo transformaciones tanto a nivel morfológico como microestructural, y consecuentemente, derivando en variaciones significativas de las propiedades del compuesto, que son importantes tener en consideración.Actualmente, estos materiales se encuentran presentes en aplicaciones estructurales en sectores tan exigentes como el aerospacial; militar; el I. Introducción 4 transporte aéreo, terrestre y naval; la industria química; construcción; ocio y deporte, entre los sectores más destacados. Cubriendo un amplio rango de aplicaciones con diferentes niveles de especificaciones en cuanto a solicitaciones así como a necesidades condicionadas por los ambientes que pueden provocar el deterioro de los compuestos.En el sector de la ingeniería civil se ha observado un reciente interés en este tipo de materiales, empleándolo en estructuras primarias, en rehabilitación y restauración de estructuras existentes, así como material de refuerzo del hormigón; donde fundamentalmente van a estar en contacto prolongado con medios con carácter fuertemente alcalino. De otro lado, la industria química apuesta por este tipo de materiales por las ventajas implícitas derivadas de sus interesantes propiedades: ligereza, comportamiento mecánico, y con mención especial para la resistencia a corrosión, así como, y no menos importante, la reducción en costes tanto de fabricación como de mantenimiento durante su vida útil que se derivan de las propiedades del material.En sus aplicaciones en el sector industrial nos podemos encontrar estos materiales en contacto prolongado con medios químicos de diferente naturaleza, por ejemplo en: tuberías, canalizaciones, depósitos de almacenamiento, tolvas, contenedores etc.De igual mane...