Los canoeros de los archipiélagos bordemarinos australes trasladados a Chiloé en los siglos XVII y XVIII actuaron como conectores entre ambos mundos por tener el conocimiento geográfico sobre un medio que no podían dominar los españoles y veliches de Chiloé, siendo facilitadores forzados de las actividades de éstos en el archipiélago de los Chonos como lenguas, guías o prácticos, buceadores, vigilantes y buscadores de otros grupos indígenas. Los canoeros trasladados a las islas Cailin y Chaulinec con fines civilizatorios desde 1743 en adelante, no abandonaron del todo su territorio y volvieron permanentemente a sus islas para practicar actividades ancestrales (pescar, mariscar, consumir carne de lobo marino), pero también nuevas, como la agricultura y ganadería, aprendidas en Chiloé. Ellas fueron realizadas con el objetivo no de sobrevivencia, sino orientadas al intercambio con los habitantes de Chiloé. Los canoeros, por lo tanto, desarrollaron estrategias de subsistencia a partir de elementos presentes en su cultura, como la explotación de materiales exógenos de origen cultural (restos de naufragios) como recursos de intercambio; la adecuación al uso de técnicas y tecnologías de preparación y conservación de alimentos orientado no solo al consumo directo, la utilización de nuevos nichos ecológicos, distintos de los propiamente litorales o de las islas habituales, para acceder a otras islas que ofrecían pastos para la crianza libre de ganado europeo, entre otras prácticas que dan cuenta de una actitud activa ante el nuevo mundo que les fue impuesto. Palabras claves: Patagonia occidental, archipiélago de Chiloé y de los Chonos, canoeros, estrategias de subsistencia, contacto español. The coastal hunter gatherers of the southern coastal archipelagos who were transferred to Chiloé during the 17th and 18th centuries played a connecting role between these two worlds as they were familiar with the geography of an environment that could not be dominated by the Spaniards and the Veliche of Chiloé. They became forced facilitators of the activities of these groups in the Chonos archipelago, undertaking tasks as translators, guides, divers, watchers, and seekers of other indigenous groups. The canoeists transferred to the islands of Cailin and Chaulinec with civilizing purposes from 1743 onwards did not completely abandon their territory, not only returning to their islands on a permanent basis to practice ancestral activities (fishing, shellfish gathering, consumption of sea lion meat) but also bringing new occupations from Chiloé, such as agriculture and livestock breeding, which were developed for purposes of exchange with the inhabitants of Chiloé rather than for mere subsistence. As a result, these people developed subsistence strategies based on elements present in their culture, such as the exploitation of exogenous materials of cultural origin (shipwrecks remains) as exchangeable items; the adaptation of techniques and technologies for food preparation and conservation; the use of new ecological niches other than th...